En Vida Bake, cada detalle importa. Por eso, el agua que usamos no es cualquier agua: es agua purificada por filtro de ósmosis inversa, un sistema avanzado que elimina impurezas, metales pesados, cloro, pesticidas y microorganismos no deseados.
Pero vamos un paso más allá: luego de filtrarla, la re mineralizamos cuidadosamente para devolverle los minerales esenciales que permiten una buena fermentación y potencian el sabor y la vitalidad de nuestros panes.
La osmosis inversa elimina hasta el 99% de los contaminantes, asegurando una base limpia, viva y segura para nuestras masas.
El agua sin minerales puede ser "muerta". Por eso le devolvemos el equilibrio con minerales esenciales, fundamentales para activar la levadura, alimentar la masa madre y lograr panes con carácter.
La calidad del agua impacta directamente en el desarrollo del gluten sin gluten (la estructura), el sabor y la textura final del pan.
Una masa comienza con agua. Y si esa agua está viva, el pan también lo estará.
Porque creemos que lo invisible también alimenta. Y cuando un pan nace desde la pureza, se nota en cada bocado. Esta elección no es un lujo, es una forma de respetar tu cuerpo y honrar cada ingrediente del proceso.